Como comenzó
Todo comenzó en los años 20 del siglo pasado, cuando un hombre con el apellido Costa comenzó a confeccionar y vender sombreros de manera artesanal. Su pasión por el oficio y la calidad de su trabajo pronto le dieron reconocimiento local, sentando las bases de lo que, años más tarde, se convertiría en una gran empresa.
Sin embargo, no fue él quien fundó formalmente la compañía. Su hija, heredera de su espíritu emprendedor, contrajo matrimonio con un hombre apellidado Soler, un joven astuto, perspicaz y visionario. Fue él quien, en 1935, dio el gran paso de fundar oficialmente la empresa Costa y Soler, con la misión de llevar la tradición sombrerera a nuevos horizontes.
Desde entonces, han pasado más de 90 años y cuatro generaciones. La empresa ha evolucionado, se ha modernizado y ha conquistado prestigio en el sector, pero sin perder jamás su esencia: la dedicación artesanal, la calidad impecable y el orgullo de su herencia familiar.
Hoy en día, Costa y Soler sigue en manos de la familia fundadora. El consejo administrativo está compuesto por cuatro personas: dos descendientes de la familia Costa y dos de la familia Soler, quienes juntos guían la empresa con la misma visión y compromiso que les fue legado.
